Tras varios días de lluvia, que por cierto, esperábamos inquietantes,
hemos podido disfrutar del verdadero invierno. Salimos al campo con ganas de
mojarnos, con la ilusión de ver a los arroyuelos correr, los pilares rebosar y
porque no, las chorreras reventar… y, la sorpresa fue mayúscula, pues no nos
podíamos imaginar tanta agua en tan poco tiempo.He editado un vídeo donde se puede ver el estado del río Bailón en sus
tramos más relevantes; el poljé de la Nava repleto de agua; el sumidero totalmente
colmado, con el característico remolino al tragarse el agua; el pilar de la
Majá casi cubierto de agua por la espectacular laguna que se genera; el puente,
superado por el nivel del agua; las chorreras, ¡impresionantes¡, yo diría que
nunca las había visto así; arroyos y aportes múltiples que hacen del cañón del
río Bailón, el rincón donde el agua se muestra en su estado más puro y salvaje,
donde más impresiona el sonido del ésta, y donde sus cascadas se precipitan con
más fuerza, una muestra de la belleza natural de nuestra sierras. Un
saludo.
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