En esta ocasión, "objetivo Cantabria, el paraíso de las
cuevas", y de camino huir del pavoroso calor que tenemos por aquí abajo.
Fantástica semana la que hemos vivido en compañía de Ángela, Mª José y José
Luis (SEH); y como no, Paco, Kisko Luis y José (GEAL). Nos instalamos en el albergue de
Ramales de la Victoria, que tan bien dirige Rocío, muy agradable la estancia.
Y desde ahí, al ataque de cueva tras cueva. La primera experiencia fue hacer la
travesía de “Cuivo-Mortero de Astrana”, que aunque entramos tarde y se nos hizo un poco larga,
fue genial; pozos, meandros con agua, con barro, marmitas, la sala del Arco, rampas, el agujero Soplador y
por último la espectacular salida de la Torca del Mortero. El siguiente día, a localizar la
boca de Tonio, para la siguiente travesía “Tonio-Cañuela”, que realizaron el
resto de compañeros. Ángela y yo decidimos no hacerla, pero sí, localizar la
boca de Cañuela, que es todo un espectáculo por su magnitud, y realizar alguna
foto. Entre cueva y cueva, degustación gastronómica de la tierra, todo un lujo.
La siguiente cueva es Coventosa, se trataba de hacer algo más suave, visitar la
sala de los Fantasmas y bajar al primer lago, espectacular. La salida, lo más
rápida posible para llegar con tiempo a paladear el sabroso cocido montañés y
de segundo un suculento cabrito, que hambre gastábamos cada día, serían las
cuevas. Por la tarde, con la paz que reina por el territorio del Alto Asón,
visitamos la cascada del río Asón, una surgencia que se desploma unos 50m de altura. Una
maravilla, todo verde, bosques con centenarias hayas, fresnos, avellanos, etc.,
una mirada hacia arriba, y multitud de buitres planeando, con la suerte de contemplar algún alimoche entre ellos. Por último
visitamos cueva Mur, realmente sorprendente por su recorrido en circular, y por
su riqueza en espeleotemas. Se encuentra muy cerca del pueblo, muy próxima a
dos cavidades de especial importancia por su valor arqueológico, y consideradas
Patrimonio de la Unesco, llamadas Covalanas o cueva de las ciervas rojas y
Cullalvera.
Decir que el paisaje del que hemos estado disfrutando estos
días, es de origen kárstico y glacial, y que constituye un
enorme sistema de simas y cavidades que se desarrollan en el subsuelo en
todo este entorno. Existen numerosas cuevas y muchas de amplio desarrollo, que se
entrelazan en una complicada red de importantes dimensiones, de gran
complejidad y verticalidad, con ríos subterráneos, que hacen que rivalicen unos
sistemas con otros, destacando el Sistema de Mortillano con más de 130 km de
desarrollo, el Sistema del Alto Tejuelo, el Sistema del Gándara y el Sistema Cueto-Coventosa-Cubera,
todos ellos con más de 100km de recorrido, y aún en exploración; hacen que sean
los rincones subterráneos más importantes del país. Todo un lujo haber dedicado estos días a hacer lo que nos gusta, el binomio naturaleza/fotografía; un saludo y hasta la próxima.