En esta ocasión comenzamos nuestra ruta en uno de los pueblos blancos gaditanos, Zahara de la Sierra, una preciosidad. Tras un copioso y barato
desayuno en la plaza del pueblo, nos dirigimos hacia la cancela del puerto de
los Acebuches, donde comienza la ruta. Bajamos al barranco a través de un
camino que nos deja ver la cordillera que eleva el Pico San Cristóbal y el
Torreón, la cima de Cádiz. Pronto llegamos
al arroyo Bocaleones que nos acerca a la Ermita de la Garganta Verde, nuestro primer
destino; espectacular abrigo de unos 30m de altura y unos 25m de ancho, con
estalactitas y estalagmitas, y algún que otro gours activo. Es el producto del paso del tiempo y por
supuesto del agua durante millones de años, en principio era un tramo
subterráneo, pero que tras un derrumbe, ha formado lo que actualmente es un
espectacular cañón. A partir de aquí comienza el tramo donde hay que rapelar
para poder progresar; comentar que es un barranco que sólo está activo cuando
ha llovido varios días y que pronto se seca, sólo en el último tramo hay agua
que además está muy fría, transparente y de un color azul verdoso, que invita a probarla, y es
efectivamente lo que hicimos en una de sus surgencias. Este cañón de paredes de
casi 200 metros
acoge una colonia importante de buitres leonados, que nos acompañan
prácticamente en todo el trayecto. Es necesario pedir un permiso para poder
hacer este sendero, además en estas fechas suelen las empresas hacer su agosto,
con lo cual hay que pedirlo con tiempo. Decir que a veces hay que hacer cola en
los rápeles para poder avanzar, tanta gente por allí hace que pierda cierto
encanto. ¡Ah, se me olvidaba, no fuimos en vespinillo, forma parte del protocolo de vuelta!. Un saludo.
martes, 25 de junio de 2013
martes, 18 de junio de 2013
LA MAROMA
Días atrás y organizado por CIMA 2000, cumplimos el objetivo de ver una de
las panorámicas más singulares de Andalucía, desde su cumbre la Maroma (2068m), punto más alto de
la sierra Tejeda; contemplar la inmensidad del horizonte, la costa malagueña, la Sierra de Almijara y Alhama, Sierra
Nevada y el espectacular poljé de Zafarraya. El día no pintaba muy bien, pues
el inicio de la subida desde el Robledal (1197m) en su cara norte, era neblinoso, aunque agradable para una jornada
dura. El primer tramo transcurre por un camino boscoso, entre pinos, encinas,
quejigos, arces, robles, cedros, etc. una rica variedad de especies. Tras una
fuerte pendiente empezamos a divisar el paisaje kárstico de las zonas más altas
que pronto alcanzamos, (no sin antes, habernos jalado dos o tres bocadillos,
este día, no se por qué motivo el personal tenía un hambre voraz). Llegamos al
Contadero, donde apreciamos algunos de los pocos Tejos, que quedan en esta
sierra que le da su nombre. Deambulamos ya sin ver árboles, por un espectacular
lapiaz con su vegetación característica donde predomina "el cojín de la monja". Las
nubes quieren recompensarnos abriéndose lo suficiente para gozar de la panorámica
que nos ofrece la altura del Salto del Caballo a 1809m. De ahí a la cumbre, que
por cierto está algo antes del monolito donde todos acabamos. Arriba otros dos
o tres bocadillos más, vistazo por aquí, vistazo por allí, un rato de tertulia,
vinillo y un ojeo a la sima, que por cierto aún tenía hielo, y donde podemos
contemplar los anclajes de la maroma que servía para bajar la nieve a los
pueblos costeros, de donde procede el nombre de la cumbre. Ya de vuelta, paramos
para comernos algún bocata, había quién aún tenía hambre, y a casa. Fantástico día, y hasta la
próxima.
martes, 4 de junio de 2013
CUEVA de la ARAÑA
Las dos
últimas salidas de trapicheo de cuevas nos han causado sensaciones distintas,
el primero tenía por objetivo visitar la cueva de los Órganos, e iniciar en
este mundillo a unos jóvenes aventureros, pero nuestra sorpresa fue
encontrárnosla cerrada a cal y canto, ¡otra cueva que hay que pedir permiso!,
en este caso supongo que a la delegación de Medio Ambiente de Málaga. Bueno,
había que poner buena cara aunque la faena ya estaba hecha. Así que sobre la
marcha improvisamos visitar algún otro lugar que esta sierra de la Camorra (Mollina), nos
pudiera ofrecer, por aquí se encuentran numerosas cuevas y simas, como la del
Soldado, la Higuera,
Sima Begoña y la Araña;
nuestro amigo José tenía referencias de que cerca se podría encontrar la
entrada de la cueva de La Araña. Y
así fue, a buscarla, hacía calor así que después de un rato, decidimos unos
pocos quedarnos con los niños, en un lugar muy fresco, llamado la Torca del Corralón, una
espectacular dolina con un microclima que invita a visitar y reposar. Localizada
la boca, y echado el rato en este fantástico rincón, hicimos retirada con la
intención de volver a visitar la cueva de la Araña.
Al fin de
semana siguiente volvimos a explorar esta preciosa sima-cueva. Empezamos la
jornada acompañados en esta ocasión de Pakillo y Tricu, que venían con ganas de
retomar sus anteriores experiencias de espeleo. La entrada es un pozo que tiene
unos seis metros de profundidad, que da a una
amplia sala donde pronto apreciamos la belleza de sus formaciones,
acentuada por la entrada de un rayo de luz exterior. Seguimos a través de una
rampa muy pronunciada y escurridiza que nos lleva a una sala llamada de La Capilla, en la cual
abundan las formaciones de gran belleza. De ahí pasamos a la otra gran sala
llamada de La Inmensidad,
a la que se accede a través de un destrepe.
En ella nos encontramos todo tipo de formaciones, estalactitas,
estalagmitas, columnas, banderas, coladas y los famosos huevos fritos de esta
zona; ¡Ah! También una serie de belenes que alguien se ha dedicado a colocar en
distintos rincones, que a mí particularmente no me hacen ninguna gracia, como
también dos grafitis muy llamativos y que parecen antiguos hechos en dos
preciosas coladas; éstas actuaciones (entre otras cosas) sobre el medio natural
dan pie a los políticos, a cerrar todo lo que pillen y más. La cueva presenta
abundante humedad y muchas formaciones destruidas, posiblemente por causas
naturales. Por último, a la salida pude dar fe con una foto de la presencia del
animalito que da nombre a la cueva, una hermosa araña.
Tuvimos la suerte de coincidir con nuestros amigos Ángela y Paco Hoyos, que como siempre venían dispuestos a llevarse en su cámara una colección de espectaculares imágenes, ¡espero verlas pronto!.
Un saludo y hasta la
próxima.
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