Como siempre visitar cualquier cueva o sima además del respeto que entraña,
en esta ocasión hemos de añadirle el enigma de estar en un yacimiento arqueológico
de considerable magnitud, que el tiempo irá descifrando. La presencia de
homínidos durante un periodo largo de tiempo, de herramientas, del fuego y de
restos animales, hacen que esta cavidad esté en el centro de atención de
importantes arqueólogos nacionales e internacionales. Muestra de un abundante
número de piezas ya se pueden contemplar en el museo arqueológico de Lucena, a
la que tiene dedicada una sala; además hay un túnel construido para poder visitar la cueva. La sima es una diaclasa, a la que se accede por
una pequeña boca a un pozo de 21m que se abre en dos ramas una que baja una
rampa a unos 60m y la otra en un caos de bloques unos 80m. Gracias a la invitación
de Miguel Beato, hemos disfrutado de otro peculiar rincón subbético, ¡¡ya nos
van quedando menos!!. Un saludo y hasta la próxima.
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