Aunque con retraso, os muestro la segunda ruta que hicimos por las Sierras Sur de Sevilla días atrás, en el Paraje del Embalse de Malpasillo. Fueron los días que no paraba de llover y el embalse de Iznajar soltaba agua, y toda la ribera del Genil asistía con preocupación al desenlace, que por un lado, os muestro. Iniciamos el recorrido en Corcoya, en la Ermita de la Fuensanta; donde están las cuevas que el Tempranillo ocupaba cuando visitaba la ermita. De ahí, nos dirigimos al entorno de las minas de hierro, que tuvieron en épocas anteriores una gran actividad. Hay que ir con precaución pues está lleno de pozos y galerías abandonadas; con cierto de misterio entramos en alguna de ellas, con la sorpresa de ser embestidos por murciélagos de un tamaño considerable. Bajamos al arroyo del Pontón a visitar su majestuoso puente, tomamos la decisión de seguir por él hasta su conexión con el Genil, desde donde volvimos a subir para ver desde las alturas la espectacularidad del meandro. Un saludo y hasta la próxima.
domingo, 14 de abril de 2013
ARROYO del PONTÓN
Aunque con retraso, os muestro la segunda ruta que hicimos por las Sierras Sur de Sevilla días atrás, en el Paraje del Embalse de Malpasillo. Fueron los días que no paraba de llover y el embalse de Iznajar soltaba agua, y toda la ribera del Genil asistía con preocupación al desenlace, que por un lado, os muestro. Iniciamos el recorrido en Corcoya, en la Ermita de la Fuensanta; donde están las cuevas que el Tempranillo ocupaba cuando visitaba la ermita. De ahí, nos dirigimos al entorno de las minas de hierro, que tuvieron en épocas anteriores una gran actividad. Hay que ir con precaución pues está lleno de pozos y galerías abandonadas; con cierto de misterio entramos en alguna de ellas, con la sorpresa de ser embestidos por murciélagos de un tamaño considerable. Bajamos al arroyo del Pontón a visitar su majestuoso puente, tomamos la decisión de seguir por él hasta su conexión con el Genil, desde donde volvimos a subir para ver desde las alturas la espectacularidad del meandro. Un saludo y hasta la próxima.
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