¡Qué sorpresa me dieron cuando me enteré de un
día para otro, que íbamos al Lucero!, me habían hablado de que me sorprendería
por sus vistas, su forma y como no, su entorno. Pues sí, quizás uno de los picos más
espectaculares que tenemos por aquí, por el sur, en este caso en la sierra de
Tejeda, Almijara y Alhama; el Pico Lucero o también llamado Raspón de los
Moriscos (1.774 m.),
una ruta de tradición montañera. Después de un madrugón y de un largo, pero
ameno viaje, pasando por Alhama de Granada y ya próximos Játar, dejamos el
coche pasado el complejo de la
Resinera, donde la pista está cortada, al margen del arroyo de las Ventas.
A partir de ahí a patita, y sorprendentemente el termómetro marca -5ºC,
aunque pronto empezamos a subir y a quitarnos ropa. Al frente el Lucero,
esperando nuestro abordaje entre veredas de romeros, aulagas, sabinas y sobre todo de
pinos resineros; con restos todavía visibles de aquellas cerámicas que en
tiempos, sirvieron para recoger la resina, que durante muchos años fue el
sustento para las gentes de esta zona. Poco a poco la pendiente toma fuerza,
hasta que llegamos a la cara oeste del Lucero y a su derecha una preciosa mole
puntiaguda que es llamada el Lucerillo. Seguimos hasta llegar al puerto donde
el viento pega con fuerza, e impide disfrutar de las primeras panorámicas de la Axarquía con el mar al
fondo. De ahí, a través de un sendero escavado en la piedra, ascendemos
zigzagueando hasta alcanzar la cumbre,
no sin antes detenernos en sucesivas ocasiones para contemplar las vistas que
nos regala el entorno. Ya arriba me llama la atención ver como en su cima, en
su punto más alto, hay las ruinas de una
edificación. Me cuentan que aquello fue en sus tiempos un refugio cuartel de la guardia civil, desde
donde controlaban en la época de la posguerra, el paso maquís y
contrabandistas, de una provincia a otra. Pero sin duda, lo que más llama la
atención son sus maravillosas vistas, la costa al sur, los picos más elevados
de la Sierra
de Tejeda, Almijara y Alhama, con La
Maroma majestosa al oeste, al este Sierra Nevada, con sus
primeras nieves del año destacando sobre las demás; y al norte el pantano de
Bermejales como referente. Tras reponer fuerzas, y las fotos de rigor, nos
retiramos por los mismos pasos de vuelta al coche, y de ahí a comernos unos
torreznillos a la brasa con su cervecita, ¡estupendos!. Otro día pleno de
compañía y de montaña. Un saludo.
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