¡Volvemos por la
Subbética! Como bien dice Julián, echamos un día gracioso,
por sus momentos de dificultad; por el paisaje,
rodeados siempre de formaciones geológicas monolíticas, que parecían
gigantes guardianes de un lugar encantado; por la compañía, Antonio,
y José, un vecino de Las lagunillas, nos acompañaron, y éste tuvo el gusto de
contarnos historias del lugar al que él tantas veces ha visitado; por el
desayuno, ¡qué vistas!, y qué bueno el salchichón de José; aunque también hubo
“peros”, mucho calor, y no acabamos bañándonos, bueno, sí nos regamos con
cerveza. Hicimos un circular por la
cresta del Barranco del Cortijo Alto de Torres, llegando al puerto, pasando por la base de las Buitreras, para
salir por el Cerro de la Cruz
en dirección a la cueva del Sello, todo ésto entre grandes bloques de piedras
que parecían controlar todo cuanto allí hacíamos y vigilados también, por el ojo de la cueva del Morrión, allí al este en la Tiñosa. Estupendo día, como siempre.
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