Hoy 30 de Diciembre de 2011, es
un día que quizás alguno lo teníamos grabado en nuestra cabeza, llegar al
piquito de esa emblemática silueta. Hemos cumplido con ilusión, emoción y
esfuerzo, ese sueño de cualquier buen aficionado a explorar rincones naturales,
subir una de las cumbres más espectaculares de Sierra Nevada; el Veleta (3.392 m), tercera altura
peninsular y cuarta del país. Además, añado un componente más al disfrute de
haber conseguido llegar con tus colegas, que es el de ir captando continuamente
cada vista, detalle, momento… de cuanto acontece, para luego intentar
transmitir las emociones vividas; mi cámara y yo, vamos juntos.
Llegamos a la Hoya de la Mora (2500m), que es nuestro
punto de partida. Allí aparcamos en una
gran explanada; hace un frío de perros, la cosa pintaba mal, salir del coche y
casi se nos congelan las manos, no hay tiempo para tonterías, nadie habla, todo
el mundo a abrigarse cuanto antes. Desde allí se divisa el Veleta, una cara
blanca y la otra negra; pues, andando cuanto antes que entremos rápido en
calor. A los pocos minutos llegamos al altar de Nuestra señora de las Nieves,
que dibuja una bella estampa con el sol despuntando y el Veleta al fondo; y
vemos una curiosa imagen, de un antiguo observatorio, que parece sacado de un
cuento. Seguimos casi en línea, buscando las veredas, que pronto se convierten
en huellas de pisadas, el camino se tiñe de blanco y nos ponemos los crampones
que hagan su trabajo. Siempre viendo el Veleta, cada vez más cerca, paciencia y
a ver si podemos llegar. Intentamos esquivar el viento, principal enemigo, que
diferencia cuando lo evitamos, parece que vamos a tener un magnífico día; ojala
no pegue mucho arriba. Empezamos a ver esquiadores, Prado Llano al fondo y
Borreguiles a nuestra altura, cuanta gente, parecen hormiguitas que no paran de
moverse de un lado para otro. Para mí es una sensación extraña, subir a un
lugar tan mítico, va unido a la soledad del montañero, aquí tienes gente por
todos lados, empezamos a aproximarnos a las pistas más altas, para expertos
esquiadores que nos deleitan con sus movimientos virtuosos. La verdad es que se
nos hace muy entretenida la subida, casi nos plantamos en el último collado, y
sin darnos cuenta, bueno el esfuerzo y la altura empiezan a hacer mella. Aquí
se empina la cosa, ¡qué mal suena ésto!, corrijo, ahora el desnivel se hace más
fuerte, ¡ánimo, qué ya queda menos!. Las vistas son un verdadero disfrute, se
divisa toda la estación de esquí, la ciudad de la Alhambra al fondo,
infinitas montañas, al noroeste la silueta de los picos de nuestra Subbética;
el mar al sur, con un curioso reflejo cálido amarillento… esto es lo que nos
regala este día tan espléndido. En el último tramo Carmen y J.A. Morillo, pegan
un tirón que nos pone a todos en órbita, el camino se pone algo de peligroso,
una pendiente considerable, no vale tropezar. Ya llegamos, ¡qué punzadas me da
la cabeza!, éstos dos desaparecen y el niño que es una máquina también, y
además por otro lado. Los veo, parece que ya han llegado, se ve el poste
geodésico que engalana la cumbre, queda un último repecho… ya estamos arriba,
¡que lujo!, ¡qué vistas!, el Mulhacén, la Alcazaba, los Machos…casi se pueden tocar. Nada
de viento, ¡no puede ser!; besos, fotos y hasta vamos a comer aquí, hay que
disfrutar al máximo del lugar. Esto se ve pocas veces…respiramos profundo y
trescientos sesenta grados de vistas para grabar en nuestra retina, y de
vuelta. La próxima vez, intentaremos llegar al Mulhacén…¡verdad!, Bautista, Mª
Carmen, Juan, Paco, Carmen, J.A. Morillo, Elena y J.A. Morillo “junior”. Un
saludo, y espero que os guste, y ¡FELIZ AÑO!
¡qué buen día!, ¡qué envidia!, ¡qué disfrute!
ResponderEliminarsaludos desde yecla. menos mal que hizo buen dia. yo soy quien os hizo una foto en la cumbre. que bien me sento el brebaje de tu petaca. espero volver a coincidir con vosotros en alguno de estos magnificos parajes. !!abrazos campeones!!!!
ResponderEliminarGracias, compañero. No os he puesto en el punto geodésico porque no tenía vuestra foto, ¡tampoco está la del brebaje mágico! Un saludo
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