martes, 16 de octubre de 2012

TRAVESÍA HUNDIDERO-GATO

Verdaderamente apasionante es echar un día trapicheando este complejo llamado Hundidero-Gato. Se sitúa en el ámbito del Parque Natural Sierra de Grazalema, aunque el sistema se encuentra íntegramente en la provincia de Málaga, concretamente atraviesa la Sierra del Algarrobo de norte a sur. Posee dos bocas de entrada al complejo, una la cueva de Hundidero;  denominada así por el gran desprendimiento que rodea a esta entrada y que se  encuentra en el término municipal de Montejaque. Otra la cueva del Gato, que en realidad no es más que la salida del agua de este enorme sistema y se sitúa en el término Municipal de Benaoján; se denomina así por el parecido de su entrada a tan semejante felino. Esta gran caverna es el curso subterráneo del río Gaduares que se sumerge en la garganta de Hundidero para reaparecer tras 4 kilómetros de curso hipogeo por la boca de la Cueva del Gato.
Como dato curioso comentar que en los años 20 la Compañía Sevillana de Electricidad realizó la construcción del Pantano de los Caballeros. Un inadecuado estudio geológico dio al traste con toda la obra, ya que toda el agua embalsada durante la estación de lluvias se filtraba al poco tiempo en el subsuelo haciendo absolutamente inútil la presa. Para paliar esta anomalía la compañía emprendió una serie de obras en el interior de la cavidad con el propósito de retener estas pérdidas hídricas, objetivo que en ningún modo se vio cumplido, dada la porosidad de la piedra caliza. Hoy podemos contemplar en todo su trayecto la calamitosa obra, con restos de hierros, alambres, maderas, pasarelas, etc. que le dan un aspecto bastante siniestro al recorrido.
Haré una breve descripción de cómo es la travesía, accedemos por la boca de Hundidero, una gran  galería principal que nos adentra a los primeros lagos que atravesamos nadando; me cuenta mi amigo José Ballesteros o Antonio el “Bolas”, cómo hacían antes con las barquillas hinchables todo este trayecto, entre 15 o 20 horas tardaban, ¡qué sacrificio!. Los trajes de neopreno han solucionado este problema entre 4 y 6 horas se acaba la ruta, ¡cómo ha cambiado la cosa!, aunque digo yo: también tuvo su punto en aquella época haberlo hecho así. Alternando, algún rapel o salto de poza, con lago o pasamanos, vamos descendiendo, hasta llegar a la galería de los Órganos, preciosas coladas que nos conducen a la sala de los Gours, auténticas bañeras calizas que se forman a modo de bancales. De ahí pasamos a la galería del barro o Ciénaga, muy divertida, pero ¡cuidado de no perder alguna bota!. Llegamos a la Plaza de Toros, llamada así por su forma circular y su enorme tamaño. Se continúa por un área de bloques y pasos encajonados que tras algunos lagos llegan a la gran Estalagmita. Más lagos y galerías semi inundadas llevan hasta el denominado Cabo de las Tormentas, conjunto de galerías inundadas que alcanzan los 200 metros de recorrido, y donde se generan fuertes vientos. A partir de aquí, un gran desfiladero conocido como Galería del Aburrimiento, nos conduce hasta la Sala de las Dunas, llamada así por la gran cantidad de arena fina acumulada. A continuación una enorme sala con grandes caos de bloques y paredes de enormes dimensiones, nos acercan hasta el tramo final, compuesto igualmente por lagos encajonados y marmitas de afiladas aristas que dificultan su paso, para dar al fin con la salida por la boca del Gato, donde das el último salto de poza que está ya en el exterior, y donde multitud de gente estaba tomando el solecito y curioseando. Por cierto no estaban los civiles, si tienes permiso, como llevábamos nosotros no pasa nada, pero si no, te empapelan, ¡la cosa está así!  
Como podéis comprobar, en esta ocasión el reportaje gráfico es bastante pobre, ¡lo siento!, para la próxima ocasión, que ya sabemos de qué va esto iremos más preparados y le diremos a los acompañantes que tengan paciencia.
Hasta la próxima.

topografía de la cueva


No hay comentarios:

Publicar un comentario