martes, 25 de junio de 2013

GARGANTA VERDE


En esta ocasión comenzamos nuestra ruta en uno de los  pueblos blancos gaditanos,  Zahara de la Sierra, una preciosidad. Tras un copioso y barato desayuno en la plaza del pueblo, nos dirigimos hacia la cancela del puerto de los Acebuches, donde comienza la ruta. Bajamos al barranco a través de un camino que nos deja ver la cordillera que eleva el Pico San Cristóbal y el Torreón, la cima de Cádiz.  Pronto llegamos al arroyo Bocaleones que nos acerca a la Ermita de la Garganta Verde, nuestro primer destino; espectacular abrigo de unos 30m de altura y unos 25m de ancho, con estalactitas y estalagmitas, y algún que otro gours activo.  Es el producto del paso del tiempo y por supuesto del agua durante millones de años, en principio era un tramo subterráneo, pero que tras un derrumbe, ha formado lo que actualmente es un espectacular cañón. A partir de aquí comienza el tramo donde hay que rapelar para poder progresar; comentar que es un barranco que sólo está activo cuando ha llovido varios días y que pronto se seca, sólo en el último tramo hay agua que además está muy fría, transparente y de un color  azul verdoso, que invita a probarla, y es efectivamente lo que hicimos en una de sus surgencias. Este cañón de paredes de casi 200 metros acoge una colonia importante de buitres leonados, que nos acompañan prácticamente en todo el trayecto. Es necesario pedir un permiso para poder hacer este sendero, además en estas fechas suelen las empresas hacer su agosto, con lo cual hay que pedirlo con tiempo. Decir que a veces hay que hacer cola en los rápeles para poder avanzar, tanta gente por allí hace que pierda cierto encanto. ¡Ah, se me olvidaba, no fuimos en vespinillo, forma parte del protocolo de vuelta!. Un saludo.


martes, 18 de junio de 2013

LA MAROMA

Días atrás y organizado por CIMA 2000, cumplimos el objetivo de ver una de las panorámicas más singulares de Andalucía, desde su cumbre la Maroma (2068m), punto más alto de la sierra Tejeda; contemplar la inmensidad del horizonte, la costa malagueña, la Sierra de Almijara y Alhama, Sierra Nevada y el espectacular poljé de Zafarraya. El día no pintaba muy bien, pues el inicio de la subida desde el Robledal (1197m) en su cara norte, era  neblinoso, aunque agradable para una jornada dura. El primer tramo transcurre por un camino boscoso, entre pinos, encinas, quejigos, arces, robles, cedros, etc. una rica variedad de especies. Tras una fuerte pendiente empezamos a divisar el paisaje kárstico de las zonas más altas que pronto alcanzamos, (no sin antes, habernos jalado dos o tres bocadillos, este día, no se por qué motivo el personal tenía un hambre voraz). Llegamos al Contadero, donde apreciamos algunos de los pocos Tejos, que quedan en esta sierra que le da su nombre. Deambulamos ya sin ver árboles, por un espectacular lapiaz con su vegetación característica donde predomina "el cojín de la monja". Las nubes quieren recompensarnos abriéndose lo suficiente para gozar de la panorámica que nos ofrece la altura del Salto del Caballo a 1809m. De ahí a la cumbre, que por cierto está algo antes del monolito donde todos acabamos. Arriba otros dos o tres bocadillos más, vistazo por aquí, vistazo por allí, un rato de tertulia, vinillo y un ojeo a la sima, que por cierto aún tenía hielo, y donde podemos contemplar los anclajes de la maroma que servía para bajar la nieve a los pueblos costeros, de donde procede el nombre de la cumbre. Ya de vuelta, paramos para comernos algún bocata, había quién aún tenía hambre, y a casa. Fantástico día, y hasta la próxima.

martes, 4 de junio de 2013

CUEVA de la ARAÑA






















Las dos últimas salidas de trapicheo de cuevas nos han causado sensaciones distintas, el primero tenía por objetivo visitar la cueva de los Órganos, e iniciar en este mundillo a unos jóvenes aventureros, pero nuestra sorpresa fue encontrárnosla cerrada a cal y canto, ¡otra cueva que hay que pedir permiso!, en este caso supongo que a la delegación de Medio Ambiente de Málaga. Bueno, había que poner buena cara aunque la faena ya estaba hecha. Así que sobre la marcha improvisamos visitar algún otro lugar que esta sierra de la Camorra (Mollina), nos pudiera ofrecer, por aquí se encuentran numerosas cuevas y simas, como la del Soldado, la Higuera, Sima Begoña y la Araña; nuestro amigo José tenía referencias de que cerca se podría encontrar la entrada de la cueva de La Araña. Y así fue, a buscarla, hacía calor así que después de un rato, decidimos unos pocos quedarnos con los niños, en un lugar muy fresco, llamado la Torca del Corralón, una espectacular dolina con un microclima que invita a visitar y reposar. Localizada la boca, y echado el rato en este fantástico rincón, hicimos retirada con la intención de volver a visitar la cueva de la Araña.
Al fin de semana siguiente volvimos a explorar esta preciosa sima-cueva. Empezamos la jornada acompañados en esta ocasión de Pakillo y Tricu, que venían con ganas de retomar sus anteriores experiencias de espeleo. La entrada es un pozo que tiene unos seis metros de profundidad, que da a una  amplia sala donde pronto apreciamos la belleza de sus formaciones, acentuada por la entrada de un rayo de luz exterior. Seguimos a través de una rampa muy pronunciada y escurridiza que nos lleva a una sala llamada de La Capilla, en la cual abundan las formaciones de gran belleza. De ahí pasamos a la otra gran sala llamada de La Inmensidad, a la que se accede a través de un destrepe.  En ella nos encontramos todo tipo de formaciones, estalactitas, estalagmitas, columnas, banderas, coladas y los famosos huevos fritos de esta zona; ¡Ah! También una serie de belenes que alguien se ha dedicado a colocar en distintos rincones, que a mí particularmente no me hacen ninguna gracia, como también dos grafitis muy llamativos y que parecen antiguos hechos en dos preciosas coladas; éstas actuaciones (entre otras cosas) sobre el medio natural dan pie a los políticos, a cerrar todo lo que pillen y más. La cueva presenta abundante humedad y muchas formaciones destruidas, posiblemente por causas naturales. Por último, a la salida pude dar fe con una foto de la presencia del animalito que da nombre a la cueva, una hermosa araña. 
Tuvimos la suerte de coincidir con nuestros amigos Ángela y Paco Hoyos, que como siempre venían dispuestos a llevarse en su cámara una colección de espectaculares imágenes, ¡espero verlas pronto!.
Un saludo y hasta la próxima.