El pasado domingo tuvimos el placer, de disfrutar de dos espectáculos que la
madre agua nos ha regalado, por un lado visitar, y por fin, la Cueva de los Mármoles, y por otro de darnos un chapuzón, en las pozas naturales del río San Juan, llamadas Charconales. La cueva se encuentra en las inmediaciones de Castil de Campos, en sierra Cristina, en el camino que sube a la ermita; esta cavidad tiene especial interés porque desde la prehistoria ha servido de refugio para nuestros
antepasados, y ha sido motivo de estudio durante muchos años. A pesar de los
múltiples expolios que ha sufrido, en ella se han encontrado restos de los más
diversos que dan fe de la actividad en su pasado; óseos, líticos, cerámicos,
materiales tallados, etc. Lamentablemente, actualmente se encuentra llena de
pintadas; su fácil acceso ha hecho que desaprensivos dejen en ella su huella animal. Hoy es un importante hábitat de murciélagos, que revolotean al detectar nuestra presencia, invitándonos a que nos marchemos cuanto antes. Esta cavidad se enmarca dentro de una ruta llamada de las cuevas, que dan muestra de las formaciones calizas más características de la Subbética.
De aquí nos marchamos, hacia la aldea de Sabariego a disfrutar de los
últimos baños de la temporada en las aguas del río San Juan, y de sus estupendas
higueras. Hasta la próxima.
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